Muchas veces al surgir una nueva oportunidad de negocio, olvidamos sentarnos a analizar si el proyecto es realmente es viable para la empresa en cuanto a rentabilidad, beneficios y disponibilidad de recursos.
Lo primero que debemos hacer es conocer bien al cliente e identificar los requisitos iniciales del proyecto, entre más se conozcan las necesidades del cliente menor será el riesgo que se asuma al realizar el proyecto. En este proceso se debe hacer participe en la mayor medida posible al cliente, para que valide la información recogida por la empresa.
Una vez se realizó el levantamiento de la información del cliente y sus necesidades, debemos proceder a estudiar la situación actual de las áreas donde será implementado el proyecto para evaluar la afectación durante y después de realizado el trabajo.